10/02/202310 de Febrero de 2023

Las instalaciones de suelo radiante en Madrid es uno de los sistemas más sanos y confortables de calefacción ajustado a la climatología de nuestra ciudad. Además, bien utilizado, resulta de los más económicos y menos contaminantes, porque emplea bajas temperaturas y una gran superficie de irradiación del calor.

Pero la eficacia energética de este sistema no es algo que se haya inventado hoy. Mucho antes de las instalaciones de suelo radiante en Madrid, los romanos ya lo utilizaban en el siglo I a. C., tanto en sus viviendas como, sobre todo, en las Termas y el Caldarium, una especie de sauna o baño de vapor. El sistema se basaba en un horno exterior, conocido con el nombre de Hypocaustum, que distribuía el calor proporcionado por el combustible a través de una canalización bajo un suelo hueco apoyado en ladrillos o por medio de tuberías en las paredes.

Posteriormente, ya en la edad media y sobre todo en las dos Castillas, el sistema se empleó de una forma similar: se aprovechaba generalmente el hogar o fuego que servía para cocinar en la vivienda para distribuir el calor a través del suelo hueco, con la posibilidad de regular la distribución. Este sistema se conocía como gloria.

Hoy en día, a partir de la crisis energética de 1973 y del desarrollo de nuevos materiales conductores, la evolución de dichos sistemas es lo que conocemos como calefacción por suelo radiante. Se puede desarrollar con distintos tipos de energía que van desde la eléctrica a las calderas de diversos combustibles, e incluso a las estufas o chimeneas de biocombustibles, las cuales se basan en la utilización de energías renovables que son conducidas por diversos medios eléctricos, refractarios o hídricos.

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